Los ácaros del polvo
doméstico
El papel desempeñado por algunos hongos y epitelios
de animales en el empeoramiento o desencadenamiento de lesiones
de dermatitis atópica es menos conocido. Entre los
alergenos inhalados, hay que destacar los ácaros del
polvo doméstico, fundamentalmente los del género
Dermatophagoides. Se ha observado que cuando disminuye
la cantidad de estos ácaros en el domicilio de los
enfermos con dermatitis atópica, mejoran las lesiones
que presentan. El tamaño aproximado de los ácaros
del polvo es de 0,3 mm, lo que les impide la invasión
de las vías respiratorias. Sin embargo, las heces de
estos ácaros son de menor tamaño y tienen forma
esférica, por lo que sí pueden entrar en las
vías respiratorias. El cuerpo del ácaro, al
entrar en contacto con la piel del enfermo con DA, podría
producir una sensibilización alérgica.
Se ha demostrado en distintos estudios la participación
de los ácaros en las enfermedades atópicas.
En las pruebas alérgicas realizadas a estos pacientes,
hay una gran cantidad de niños que son alérgicos
a los extractos de ácaros. Los niños con dermatitis
atópica suelen ser más alérgicos al cuerpo
del ácaro (porque puede estar en contacto con la piel
del niño, provocando que se sensibilice) mientras que
aquellos que tienen otras manifestaciones, como el asma, suelen
ser más alérgicos a las heces del ácaro.
En definitiva, la dermatitis
atópica es una enfermedad compleja multifactorial,
que requiere en la actualidad de numerosos esfuerzos para
poder lograr una mejor comprensión de los mecanismos
que la producen y desencadenan.
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