La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria
crónica de la piel, que se caracteriza por su intenso
picor. Suele iniciarse en la infancia y asocia muchas veces
otras manifestaciones (como son el asma, la rinitis y conjuntivitis
alérgica) hasta en el 80% de los casos. Esto conforma
la llamada "constitución atópica",
con manifestaciones como el asma y la rinoconjuntivitis primaveral.
La DA es una enfermedad compleja, en la que intervienen numerosos
factores tanto en el desencadenamiento como en el mantenimiento
de las lesiones. La piel de estos enfermos es más sensible
a las agresiones externas que producen tanto las sustancias
como algunos agentes vivos.
La inhalación de algunas
sustancias puede empeorar las manifestaciones de la dermatitis
atópica, además de la relación previamente
referida de esta dolencia con el asma y la rinoconjuntivitis
alérgica. Los pacientes con DA y alergia al polen pueden
empeorar en las manifestaciones de su enfermedad durante la
época primaveral, no sólo en relación
con las manifestaciones respiratorias de la "constitución
atópica", sino también las lesiones de
la piel, posiblemente al entrar los pólenes en contacto
directo con la superficie cutánea.
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