¿Cuáles son las causas?
Es una enfermedad compleja y todavía se siguen estudiando sus causas. Los pacientes de dermatitis atópica tienen una piel extremadamente sensible a estímulos externos como la sudoración, los irritantes, o algunos gérmenes. Ante estos estímulos, determinadas células que se encargan de la defensa de la piel, fundamentalmente los linfocitos, se estimulan y provocan varias respuestas.
Por una parte, hacen que se liberen sustancias que desencadenan
el picor y la inflamación y, por otra, alteran la epidermis,
que es la capa más superficial de la piel.
Los queratinocitos, que son las células
que componen la epidermis, se renuevan más rápidamente
de lo normal y las grasas de la superficie cutánea
sufren un cambio que provoca la pérdida de agua a este
nivel, manifestándose la intensa sequedad que presentan
las personas con dermatitis atópica.
|