Muchas personas desconocen que sufren dermatitis atópica y, en lugar de tratarse con corticoides tópicos y cremas hidratantes, recurren a tratamientos que solo alivian temporalmente el picor. De hecho, en España casi cinco millones de españoles, un 10% de la población, sufren dermatitis atópica, habiéndose triplicado la cifra de enfermos en los últimos 30 años.
Se desconocen las causas del aumento de esta dolencia pero se cree que se debe a los cambios ambientales de las sociedades desarrolladas. Además, los síntomas de la dermatitis atópica se agravan con la ansiedad, una dolencia habitual en la sociedad actual, lo que se ha relacionado con la existencia de polimorfismos en un gen que interviene en el transporte de la serotonina.
Por tanto, la genética, los cambios en el estilo de vida, la creciente polución, el aumento de la edad materna, el tabaquismo materno, la migración de áreas rurales hacia centros urbanos o los cambios ambientales, que se han producido en las últimas décadas, así como la exposición temprana a pólenes, ácaros o alérgenos, podrían ser algunos factores que influyen en esta alta prevalencia de la enfermedad.
La falta de atención que las autoridades sanitarias prestan a esta enfermedad y el desconocimiento de la dolencia por parte de la mayoría de los pacientes no mejoran la situación y comprometen la salud de una parte importante de población que podría beneficiarse de tratamientos eficaces.
Es necesario un planteamiento serio de esta situación y una intervención más decidida por parte de médicos, pacientes, autoridades sanitarias y farmacéuticos para concienciar a la población sobre este problema creciente que, aunque tiene un tratamiento complicado, es de fácil diagnóstico y debe ser controlado.
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