Fase infantil
Ya en la infancia, el niño con DA suele ser más
inquieto que el resto de niños y a veces es difícil
evitar que se rasque. Es importante que los padres tengan
esto en cuenta para evitar a veces "desesperarse"
ante la falta de control del rascado de su hijo. El rascado
sólo puede evitarse a través de las medidas
de higiene e hidratación y el tratamiento apropiado
pautado por su dermatólogo. Los padres han de proporcionar
a los pequeños con dermatitis atópica un entorno
de cariño y tranquilidad. La “riña”
ante el rascado no es eficaz, ya que el niño se rasca
porque tiene una sensación desagradable en su piel.
Si se le riñe, puede desencadenarse una mayor sensación
de picor y, por tanto, un mayor rascado. En consecuencia,
es necesaria una gran delicadeza y paciencia con ellos. El
objetivo es conseguir que sepan que no deben rascarse, pero
gradualmente, sustituyendo ese rascado por la aplicación
de un emoliente, o por la realización de una actividad
que le mantenga distraído cuando tenga la sensación
de picor, por ejemplo, el contar mentalmente.
|